jueves, 30 de abril de 2009

La Teoría de Sistemas en el análisis institucional


1. LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS COMO PARADIGMA CIENTÍFICO

Como hemos dicho, la Teoría General de Sistemas surgió a comienzos del siglo XX como reacción al enfoque mecanicista de la investigación y de las teorías biológicas. LUDWIG BERTALANFFY, biólogo y matemático vienés, considerado como el precursor de esta ciencia, abogó por una concepción organísmica en biología que hiciera hincapié en la consideración del organismo como un todo o sistema, y viese el objetivo principal de las ciencias biológicas en el descubrimiento de los principios de organización a sus diversos niveles. BERTALANFFY concibe así la “Teoría General de los Sistemas” como una nueva disciplina científica, cuyo tema es la formulación de principios válidos para sistemas en general, sea cual fuere la naturaleza de sus elementos componentes y las relaciones de “fuerza” reinantes entre ellos. En este sentido, esta teoría es considerada como la ciencia general de la “totalidad”; una disciplina lógico-matemática puramente formal en sí misma, pero aplicable a todas las ciencias empíricas: la ciencia que se ocupa de “todos organizados”.

El enfoque de sistema, que comenzó a aplicarse en las Ciencias Sociales a partir de los años 50 del siglo XX, se ha tornado indispensable en muchos campos del análisis científico, por lo que se considera como un nuevo “paradigma” científico-técnico. Al respecto afirma BERTALANFFY que: “La tecnología y la sociedad moderna se han vuelto tan complejas, que los caminos y medios tradicionales no son ya suficientes, y se imponen actitudes de naturaleza holística o de sistemas y generalista, o interdisciplinaria (...). Sistemas en múltiples niveles piden control científico: ecosistemas cuya perturbación conlleva a problemas apremiantes como el de la contaminación, organizaciones formales como la burocracia, las instituciones educativas o el ejército; los graves problemas de sistemas socioeconómicos, en relaciones internacionales, políticas y represalias”.

2. OBJETIVOS DEL ENFOQUE DE SISTEMAS

Para el profesor estadounidense JOHN P. Van GIGCH, uno de los objetivos del enfoque de sistemas y de la Teoría General de Sistemas (TGS) es buscar similitudes de estructuras y de propiedades de los fenómenos comunes que ocurren en sistemas de diferentes disciplinas. “Al hacerlo así, se busca orientar el “nivel de generalidad de las leyes” que se aplican a campos estrechos de experimentación”.

Así mismo BERTALANFFY señala que la TGS busca generalizaciones que se refieren a la forma en que están organizados los sistemas (isomorfismo), a los medios por los cuales los sistemas reciben, almacenan, procesan y recuperan información, y a la forma en que funcionan, es decir, las formas en que se comportan, responden y se adaptan ante diferentes entradas del medio.

Señala Van GIGCH que: “El enfoque de sistema otorga una nueva forma de pensamiento a las organizaciones que complementan las escuelas previas de la teoría de la organización. Este busca unir el punto de vista conductual con el estrictamente mecánico y considera la organización como un todo integrado, cuyo objeto sea lograr la eficiencia total del sistema, además de armonizar los objetivos en conflicto de sus componentes”.

3.- DEFINICIÓN DE SISTEMA

Para BERTALANFFY, un sistema es un “conjunto de elementos en interacción”. Van GIGCH lo define como la reunión o conjunto de elementos relacionados, los cuales pueden ser conceptos (sistema conceptual, como un lenguaje), objetos (una máquina de escribir compuesta por varias partes), sujetos (un equipo de fútbol), o puede estructurarse de conceptos, objetos y sujetos como un sistema hombre-máquina que comprende las tres clases de elementos. Por tanto un sistema es un agregado de entidades vivientes o no vivientes o de ambas. En definitiva –según este autor- un sistema es la unión de partes o componentes, conectados en una forma organizada. “Las partes se afectan por estar en el sistema y se cambian si lo dejan. La unión de las partes hace algo (es decir, esta muestra conductas dinámicas como opuesto a permanecer inerte). Además un sistema puede existir realmente como un agregado natural de partes componentes encontradas en la naturaleza, o esta puede ser un agregado inventado por el hombre –una forma de ver el problema que resulta de una decisión deliberada de suponer que un conjunto de elementos están relacionados y constituyen una cosa llamada “un sistema”.

Para PEREZ CAJIAO un sistema es “un conjunto ordenado de componentes o elementos interrelacionados que tienen por cualidad el logro de objetivos determinados”. ASHBY señala que un sistema comienza con las partes separadas, y éstas cambian luego hacia la formación de conexiones. Este primer sentido lo concibe el autor como el tránsito “de lo no organizado a lo organizado”. El segundo sentido sería el “tránsito de una mala organización a una buena” (cambio de retroalimentación positiva a negativa) basado en experiencias.

4. CLASIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS.

Van GIGCH clasifica los sistemas de la siguiente manera:

-Sistemas Vivientes (dotados de funciones biológicas como las de nacer, crecer y morir) y No Vivientes;
-Sistemas Abstractos (todos sus elementos son conceptos) y Sistemas Concretos (por lo menos dos de sus elementos son objetos).
-Sistemas Cerrados (definidos como aquellos que no tienen “medios” con los cuales interrelacionarse) y Sistemas Abiertos (que son aquellos que poseen “medio” o sea, poseen otros sistemas con los cuales se relacionan, intercambian y comunican).

4.1. SISTEMAS CERRADOS Y ABIERTOS.

La clasificación de los sistemas en cerrados y abiertos es muy importante para entender la conducta de los sistemas biológicos y los sistemas sociales (como el sistema político). A diferencia de los sistemas abiertos, los sistemas cerrados se consideran aislados del medio circundante y por tanto no mantienen ningún tipo de interrelación con otros sistemas. En este tipo de sistema, la entropía o desorden (variable o magnitud destructiva) tiende a aumentar hasta el máximo produciendo un estado de equilibrio estático en dicho sistema.

En cambio, los sistemas abiertos, que son conformados por los organismos vivientes (biológicos o sociales) se mantienen en permanente evolución, transformación, cambio, o, como dice BERTALANFFY, “en continua incorporación y eliminación de materia, constituyendo y demoliendo componentes, sin alcanzar, mientras la vida dure, un estado de equilibrio químico y termodinámico, sino manteniéndose en un estado llamado “uniforme” que difiere de aquel”.

4.2. PRINCIPIOS REGULADORES DE LOS SISTEMAS ABIERTOS.

Para BERTALANFFY, todos los sistemas abiertos se rigen por dos principios básicos:
1) Principio de Equifinalidad. En los sistemas cerrados, el estado final está inequívocamente determinado por las condiciones iniciales; en cambio, en los sistemas abiertos puede alcanzarse un mismo estado final partiendo de diferentes condiciones iniciales y por diferentes caminos.
2) Principios de Heterogeneidad y Organización. De acuerdo con el segundo principio de la termodinámica, la tendencia general de los acontecimientos en la naturaleza física apunta a estados de máximo desorden (entropía) y a la igualación de las diferencias (homogeneidad). “El mundo orgánico o vivo, en el desarrollo embrionario y en la evolución, supone una transición hacia un orden superior, generando heterogeneidad y organización (...) En los sistemas cerrados hay continua destrucción del orden. En los sistemas abiertos, sin embargo, no solo tenemos producción de entropía debido a procesos irreversibles, sino también entrada de entropía que bien puede ser negativa (...) Así, los organismos vivos, manteniéndose en estados uniformes, logran evitar el aumento de entropía y hasta pueden desarrollarse hacia un estado de orden y organización crecientes”.

4.3. CARACTERÍSTICAS DE LOS SISTEMAS ABIERTOS.
Van GIGCH describe lo que considera son las características más importantes de los sistemas abiertos (biológicos y sociales):
1) Los sistemas abiertos muestran un grado elevado o bajo de entropía o desorden. La entropía, (que es una medida de desorden tomada de la termodinámica) es la cantidad de variedad que presenta un sistema, donde la variedad puede interpretarse como la cantidad de incertidumbre que prevalece en una situación de elección con muchas alternativas distinguibles. Esta variedad determina que un sistema muestre una alta o baja entropía (variedad, incertidumbre, desorden). Reducir la entropía de un sistema, es reducir la cantidad de incertidumbre que prevalece y ésta se disminuye al obtenerse información.

2) Los sistemas abiertos muestran simplicidad organizada, complejidad no organizada o complejidad organizada. Los sistemas vivientes (abiertos) son sistemas de complejidad organizada mientras que los no vivientes (cerrados) muestran propiedades ya sea de simplicidad organizada (una piedra) o complejidad no organizada (la conducta de un gas).
Según esta teoría, los organismos vivientes (que conforman sistemas abiertos) se caracterizan por mostrar una complejidad llamada complejidad organizada, que se garantiza por la existencia de las siguientes propiedades:
a) Lo conforman un número finito de componentes a diferencia de los sistemas de complejidad no organizada donde son admisibles un número infinito de partes componentes.
b) Cuando el sistema se desintegra en sus partes componentes, se llega al límite cuando el sistema total se descompone en “todos irreductibles” o unidades irreductibles.
c) El sistema total posee propiedades propias sobre y más allá de los derivados de sus partes. El todo puede representar más que la suma de las partes.
3) A los sistemas abiertos puede asignárseles un propósito (finalidad). Los sistemas abiertos son finalísticos o teleológicos; por ejemplo, los sistemas sociales. Estos son diseñados para desarrollar conductas con un propósito o finalidad. Van GIGCH, señala que para que tenga lugar la conducta con propósito de un sistema, se deben dar los siguientes requisitos:
a) Que el objeto o propósito al cual se atribuye la conducta debe ser parte del sistema.
b) La conducta del sistema debe estar dirigida hacia un objetivo.
c) Debe existir una relación recíproca entre el sistema y su medio.
d) La conducta debe estar relacionada o acoplada con el medio, del cual debe recibir y registrar señales que indiquen si la conducta progresa hacia el objetivo.
e) Un sistema con un propósito debe siempre mostrar una elección de cursos alternos de acción.
f) La elección de una conducta debe conducir a un producto final o resultado.
g) Deben distinguirse las condiciones suficientes y necesarias para un evento. Las condiciones suficientes nos capacitan para predecir que este ocurra, en tanto que las condiciones necesarias nos describen elementos en la naturaleza que son responsables de él.
4) Todos los sistemas abiertos tienen un mecanismo de retroalimentación. La retroalimentación puede ser positiva o negativa. Es positiva cuando en la multiplicación entre la entrada y la salida, ésta aumenta con incrementos en la entrada. Es negativa cuando la salida disminuye al aumentar la entrada. La retroalimentación positiva generalmente conduce a la inestabilidad del sistema y la negativa a proporcionar un control al sistema que permita su estabilidad.
5) Los sistemas abiertos están ordenados en jerarquías: La jerarquización de los sistemas puede establecerse de acuerdo a varios criterios, uno de ellos es la complejidad en incremento de la función de sus componentes.
6) Los sistemas abiertos tienen una organización. La organización es una de las características de los sistemas que va más allá de la complejidad de la estructura. La organización implica una conducta orientada a objetivos, motivos y ausencia de características conductuales de sistemas encontrados en el mundo físico.
ACKOFF –citado por Van GIGH- define una organización como “un sistema por lo menos parcialmente autocontrolado” que posee las siguientes características:
1) Contenido: las organizaciones son sistemas de hombre-máquina.
2) Estructura: El sistema debe mostrar la posibilidad de cursos de acción alternativos (la responsabilidad por la cual puede diferenciarse con base en funciones).
3) Comunicaciones: Desempeñan un papel importante en la determinación de la conducta e interacción de subsistemas en la organización.
4) Elecciones de toma de decisión: los cursos de acción conducen a resultados que también deben ser el objeto de elección entre los participantes.
4.4. REGULACIÓN DE LOS SISTEMAS ABIERTOS.
Los sistemas abiertos, y particularmente los sistemas sociales, por el principio de equifinalidad, contienen un mecanismo de autorregulación. BERTALANFFY dice al respecto que: “Un sistema es un proceso circular en el cual parte de la salida es remitida de nuevo, como información sobre el resultado preliminar de la respuesta a la entrada, haciendo así que el sistema se autorregule, sea en el sentido de mantener ciertas variables o de dirigirse hacia una meta deseada”.

En lo que tiene que ver con los sistemas sociales (como el sistema político), Van GIGCH señala los siguientes elementos o componentes básicos de ese sistema de autorregulación:

PROCESOS DE CONVERSIÓN. Los sistemas organizados están dotados de un proceso de conversión por el cual los elementos del sistema pueden cambiar de estado. El proceso de conversión cambia elementos de entrada en elementos de salida. En un sistema con organización, los procesos de conversión generalmente agregan valor y utilidad a las entradas, al convertirse en salidas. Si el proceso de conversión reduce el valor o utilidad en el sistema, este impone costos e impedimentos.

ENTRADAS Y RECURSOS. La diferencia entre entradas y recursos es mínima. En el proceso de conversión las entradas son generalmente elementos sobre los cuales se aplican los recursos. Por ejemplo, los estudiantes que ingresan a un sistema educativo constituyen una entrada al sistema en tanto que los maestros son uno de los recursos utilizados en el proceso (pero estos estudiantes se convierten luego en recursos para la sociedad).

SALIDAS O RESULTADOS. Las salidas son los resultados del proceso de conversión del sistema y se cuentan como resultados, éxitos o beneficios.
EL MEDIO. Todo sistema tiene límites y actúa dentro de un medio determinado. En sistemas abiertos (sistemas que interactúan con otros sistemas) la definición de los límites del sistema determina cuáles sistemas se consideran bajo control de quienes toman las decisiones, y cuales deben dejarse fuera de su jurisdicción (considerados como “conocidos” o “dados”).

PROPÓSITO Y FUNCION. Los sistemas inanimados están desprovistos de un propósito evidente. Estos adquieren un propósito o función específico cuando entran en relación con otros subsistemas en el contexto de un sistema más grande. Por tanto, las conexiones entre subsistemas y entre el subsistema y el sistema total, son de considerable importancia en el estudio de sistema.

ATRIBUTOS. Los sistemas, subsistemas y sus elementos están dotados de atributos o propiedades. Estos pueden ser cuantitativos o cualitativos. Los atributos cualitativos son más difíciles de medir.

METAS Y OBJETIVOS. La identificación de metas y objetivos es de suprema importancia para el diseño de sistemas. Las mediciones de eficacia regulan el grado en que se satisfacen los objetivos de sistemas. Estos representan el valor de los atributos del sistema.

COMPONENTES, PROGRAMAS Y MISIONES. En sistemas orientados a objetivos, se organiza el proceso de conversión alrededor del concepto de componentes, programas y misiones, el cual consiste en elementos compatibles reunidos para trabajar hacia un objetivo definido. En la mayoría de los casos, los límites de los componentes no coinciden con los límites de la estructura organizacional, una cuestión bastante significativa para el enfoque de sistema.

ADMINISTRACIÓN, AGENTES Y AUTORES DE DECISIONES. Las acciones y decisiones que tienen lugar en el sistema, se atribuyen o asignan a administradores, agentes o autores de decisiones, cuya responsabilidad es la de guiar al sistema hacia el logro de los objetivos.

ESTRUCTURAS. La estructura es la forma que adoptan las relaciones que mantienen los elementos del conjunto. Puede ser simple o compleja dependiendo del número y tipo de interrelaciones entre las partes del sistema. Los sistemas complejos involucran jerarquías que son niveles ordenados, partes o elementos de subsistemas. Los sistemas funcionan a largo plazo y la eficacia con la cual se realizan, depende del tipo y forma de interrelaciones entre los componentes del sistema.

5. EL CONCEPTO DE SISTEMA EN LAS CIENCIAS SOCIALES.

El concepto de sistema ha tenido un alto grado de aplicación en las distintas ciencias sociales contemporáneas. Es fácil comprobar que el enfoque de sistema ha permitido simplificar científicamente, en términos interpretativos, el complejo mundo de la vida social de los seres humanos, sin desconocer los diversos enfoques teórico / interpretativos que se han elaborado desde las distintas ciencias sociales o humanas, como la historia, el derecho, la sociología, la antropología, la psicología, la economía, etc.

La naturaleza multidisciplinaria de la Teoría General de Sistemas ha permitido que los distintos fenómenos e instituciones sociales puedan ser abordados desde diversas perspectivas teóricas o ideológicas, sin afectar el enfoque sistémico que es, desde el punto de vista metodológico, más instrumental y esquemático, y desde el punto de vista ideológico, relativamente neutro.

Este enfoque aplicado al estudio de las instituciones y fenómenos sociales, ha permitido comprender mejor la naturaleza y la dinámica de estas organizaciones y emprender acciones conducentes a producir entropías negativas que generen un mayor nivel de orden institucional.

Van GIGCH señala al respecto que la vida en sociedad está organizada alrededor de sistemas complejos en los cuales, y por los cuales, el hombre trata de proporcionar alguna apariencia de orden a su universo. “La vida está organizada alrededor de instituciones de toda clase: algunas son estructuradas por el hombre, otras han evolucionado, según parece, sin un diseño convenido. Algunas instituciones, como la familia, son pequeñas y manejables; otras, como la política, la industria, son de envergadura nacional y cada día se vuelven mas complejas… (pero) todos los sistemas sociales comparten una característica: la complejidad (...). La complejidad es el resultado de la multiplicidad y embrollo de la interacción del hombre en los sistemas. Vistos por separado, el hombre es ya una entidad compleja, colocado en el contexto de la sociedad, el hombre está amenazado por la complejidad de sus propias organizaciones”.

BERTALANFFY hace caer en la cuenta que durante el siglo XIX y la primera mitad del XX se concibió el mundo como caos y no como algo organizado. “Caos era el tan mentado juego ciego de átomos que en la filosofía mecanicista y positivista, parecía representar la realidad última, con la vida cual producto accidental de procesos físicos y la mente como epifenómeno. De caos se trataba cuando en la teoría actual de la evolución, el mundo viviente aparecía como producto de la casualidad, fruto de mutaciones al azar y de supervivencias en el apuro de la selección natural. De la misma manera en las teorías del conductismo así del psicoanálisis, la personalidad humana era considerada como producto casual de “natura y nurtura” de una mezcla de genes y una sucesión accidental de acontecimientos desde la primera infancia y la madurez. (...) Ahora buscamos otro modelo esencial de ver el mundo: el mundo como organización”.

En efecto, frente al tradicional modelo histórico y sociológico que concebían a las instituciones sociales como organizaciones informales, la Teoría de las Organizaciones (derivada de la Teoría General de Sistemas), las estudia como organizaciones formales, esto es, de estructuras debidamente instituidas como el ejército, la administración de justicia, las empresas, etc. Como bien lo señala BERTALANFFY, esta teoría está enmarcada en una filosofía que acepta la premisa de que “el único modo significativo de estudiar las organizaciones, es estudiarlas como sistemas y el análisis de sistemas trata a la organización como sistema de variables mutuamente dependientes”.

Para BERTALANFFY, la ciencia social es la ciencia de los sistemas sociales y por lo tanto deberá seguir el enfoque de la ciencia general de los sistemas. “La ciencia natural –dice- tiene que ver con entidades físicas en el tiempo y en el espacio, con partículas, átomos y moléculas, sistemas vivientes en varios niveles, según el caso. La ciencia social se las ve con seres humanos en el universo de cultura creada por ellos. El universo cultural, es ante todo, un universo simbólico. Los animales están rodeados de un universo físico el cual se enfrenta a un medio físico: presas que atrapar, predadores que evitar y así sucesivamente. A cambio al hombre lo rodea un universo de símbolos. Partiendo del lenguaje, condición previa de la cultura hasta relaciones simbólicas con sus semejantes, status social, leyes, creencias, arte, moral, religión y otras innumerables cosas. La cultura humana, aparte de los aspectos básicos de las necesidades biológicas del hombre y el sexo, está gobernada por entidades simbólicas”.

6. LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS Y LA CIENCIA POLÍTICA.

A diferencia de otras ciencias sociales que comenzaron a surgir en la segunda mitad del siglo XIX, la Ciencia Política tiene un origen muy reciente, no obstante haber sido tratado su objeto de estudio (los fenómenos relacionados con el Poder Político y el Estado) por la filosofía política desde la antigüedad. Desde entonces, y hasta bien entrado el siglo XX, el objeto de estudio de la política giró alrededor de conceptos tales como derecho, justicia, soberanía y Estado, los cuales también eran abordados desde distintas ciencias (historia, derecho, sociología, economía y antropología).

Es solo hasta comienzos del siglo XX cuando se inicia la llamada Ciencia Política, la cual, desde entonces, se ha venido desarrollando, enriqueciendo y consolidando con las aportaciones teóricas y metodológicas de las demás ciencias sociales, sin desconocer la influencia que han tenido las ciencias naturales (especialmente la biología) y las matemáticas en el modelamiento de muchos enfoques politológicos contemporáneos.

Como veremos a continuación, el enfoque sistémico de la política y, particularmente, el estudio del Estado y del SISTEMA POLÍTICO, es de muy reciente ocurrencia. Se le atribuye al politólogo estadounidense DAVID EASTON haber formulado por primera vez una Teoría Política Sistémica que, junto a otras teorías complementarias aparecidas posteriormente en la última mitad del siglo XX, han dado origen a una interesante bibliografía sobre la materia.

7. LA TEORÍA POLÍTICA SISTÉMICA Y EL ENFOQUE SISTÉMICO DEL ESTADO.

Podemos definir la Teoría Política Sistémica como el conjunto de proposiciones que, desde la perspectiva de la Teoría General de Sistemas, pretende describir y explicar el comportamiento del sistema político como una globalidad dinámica, que recibe y transforma, a través de distintos procesos políticos, una serie de insumos (inputs) que provienen de sus distintos entornos internos y externos (ambientes intra y extra societales), y los convierte en un conjunto de acciones políticas (outputs). Estas, a su vez, regresan como productos al sistema político, retroalimentándolo y generando nuevas necesidades que pueden convertirse en nuevas demandas y apoyos.

Como vimos, este enfoque en la Ciencia Política apareció a finales de los años sesenta como derivación de la Teoría General de Sistemas, elaborada inicialmente desde las ciencias biológicas para interpretar la estructura y el comportamiento de los organismos vivientes (luego aplicada y generalizada por las ciencias sociales) y como resultado del exitoso desarrollo que venían teniendo los enfoques conductistas y economicistas.
En 1965, el politólogo estadounidense DAVID EASTON publicó un libro titulado “Análisis Sistémico de la Vida Política” con el que inaugura un nuevo método para estudiar la forma de operar de los sistemas políticos, considerados en su totalidad y en relación con otros sistemas ambientales. En este libro, EASTON se pregunta: ¿Cómo logran persistir los sistemas políticos en un mundo donde coexisten la estabilidad y el cambio?“La búsqueda de respuesta –dice- revelará lo que podemos denominar los procesos vitales de los sistemas políticos –las funciones fundamentales sin las cuales ningún sistema político podría perdurar- junto con los modos corrientes de respuestas mediante los cuales los sistemas logran mantenerse. “El análisis de estos procesos y de la naturaleza y condiciones de las respuestas constituye, a mi entender, el problema central de la teoría política”.

EASTON parte de los aportes epistemológicos y metodológicos de otros funcionalistas como WEBER, MERTON, PARSON, LASWELL, DEUTSCH, APTER, ALMOND, POWELL, COLLEMAN y DAHL.

7.1. SISTEMA POLÍTICO Y ESTADO.

Antes de abordar la definición que hace la Teoría Política Sistémica de Sistema Político, conviene establecer la relación que existe entre este concepto y el de Estado, pues a primera vista parece que fueran sinónimos sin serlos, aunque tengan orígenes históricos concomitantes. Incluso, como vimos, los partidarios del enfoque institucional-legalista del Estado, suelen asimilar el concepto de “sistema político” con el de “régimen político” apreciación que nos parece equivocada, pues, como veremos, el primero hace referencia a un conjunto de relaciones humanas (conductuales) que tienen su origen en el ejercicio del poder, el mando y la autoridad política en un espacio territorial mas o menos extenso, mientras que el segundo concepto se refiere al conjunto de reglas de juego (generalmente ideológico-valorativas y normativas) que regulan y controlan el ejercicio de ese poder por parte de los gobernantes (autoridades) y de los gobernados y que dan origen a dichas relaciones.

Igualmente se tiene la falsa apreciación de identificar al Estado con el poder público, siendo que éste es uno de sus elementos constitutivos, su elemento institucional y burocrático. Aquí cabe la pregunta de que fue primero: ¿el Estado como máxima institución política de la sociedad (poder político institucionalizado), o el sistema político conformado por el conjunto de relaciones humanas derivadas del ejercicio del poder político en un territorio determinado, poder éste que, según BURDEAU, surge históricamente con anterioridad al Estado (poder político anónimo y luego personalizado).

En nuestro concepto, los primeros sistemas políticos surgen concomitantemente con la aparición de las primeras formas institucionalizadas del poder político (primeras formas de Estado). Por tanto, el primer sistema político fue el de la polis o ciudad-estado como inicial forma de organización estatal. Aquí es importante resaltar que la palabra “Estado” no la encontramos en la filosofía política de la antigüedad ni en la de la Edad Media. Esta es utilizada -quizás por primera vez- por MAQUIAVELO, en el siglo XVI, cuando al inicio de su obra El Príncipe, escribió: “Todos los Estados, todos los dominios que han tenido y tiene poder sobre los hombres...”

Al Estado se le concibe y define como el poder político institucionalizado conformado por tres elementos básicos: el Territorio, la Población y el Poder Público, cuya principal finalidad –según ENGELS- es cohesionar, mediante la imposición de la fuerza (cohesión forzada) o a través de las creencias (cohesión aceptada) a los distintos grupos que conforman la sociedad.

Es evidente que el Estado constituye la más grande organización social creada por los seres humanos, con capacidad de subordinar, regular y controlar las demás organizaciones sociales. Como tal, la estructura y el funcionamiento del Estado produce y desarrolla en la sociedad una multiplicidad de relaciones de intercambios de naturaleza esencialmente política cuya principal mega-finalidad, como veremos, es regular y controlar las conductas de sus miembros, cohesionándolos y manteniéndolos bajo un orden político determinado.

7.2. DEFINICIÓN DE SISTEMA POLITICO.

El conjunto persistente de relaciones humanas que implique, en una extensión significativa, poder, mando y autoridad es lo que EASTON denomina sistema político. En este sentido el sistema político lo define EASTON como: “Las interrelaciones a través de las cuales los valores se ubican en forma autoritaria, para una sociedad y por las cuales los miembros son inducidos a aceptarlas como un enlace”.

En efecto, la vida en sociedad supone la existencia de un conjunto de relaciones humanas que, de acuerdo con su naturaleza y contenido, se organizan alrededor de sistemas complejos en permanente interrelación (relaciones familiares, religiosas, escolares, económicas, políticas, etc.).

Los diversos sistemas de relaciones humanas conforman las llamadas “instituciones sociales” (Familia, Religión, Escuela, Mercado, Estado, Ciencia y Tecnología), las cuales han evolucionado históricamente adoptando formas organizativas cada vez mas complejas.

Vimos cómo la complejidad es el resultado de la multiplicidad y embrollo de la interacción del hombre en los sistemas, lo que hace que en determinados momentos estas organizaciones sistémicas se conviertan, incluso, en una amenaza para su propia existencia (guerras entre Estados; exterminios religiosos, alineaciones ideológicas, armas de exterminio masivo, etc.).

Al concebir el sistema político como un conjunto de relaciones humanas de poder, mando y autoridad, a través del cual se asignan autoritariamente valores a una sociedad (y no meramente como un conjunto de estructuras jurídico-administrativas y burocráticas creadas como medios o instrumentos de regulación y control de las mismas), la Teoría Política Sistémica distingue ese particular tipo de relaciones sociales de otras que no tienen tal propósito, como serían aquellas que conforman los sistemas familiar, religioso, educativo, económico y científico-tecnológico.

Empero, el sistema político no es solamente un sistema de personas biológicamente interactuantes. ROA SUAREZ considera que los sistemas políticos están conformados por el conjunto de interactuaciones organizadas en un territorio determinado con un fin particular y específico. “Los grupos de personas organizados que conforman partidos y movimientos políticos o grupos de intereses –dice- constituyen parte de un sistema político. Aquí se diferencian estas conductas políticas con las personas biológicas. Los roles de los miembros de un sistema político conllevan conductas que tienen consecuencias en otras esferas de la sociedad”.

Este enfoque conductual y sistémico de las llamadas instituciones políticas, es el que permite concebir al Estado como una organización abierta y dinámica, en permanente adaptación y transformación. Por esta razón, como bien lo señala Van GIGCH, “El Sistema Político debe verse en términos dinámicos y no solamente en términos estáticos. Sus procesos deben interpretarse como flujos continuos e interrelacionados de conducta”.

7.3. REGULACIÓN Y CONTROL: MEGA-FINALIDAD DEL SISTEMA POLÍTICO.
El sistema político, por ser un sistema abierto, es finalístico o teleológico, esto es, desde sus orígenes fue diseñado para desarrollar conductas con un propósito o finalidad. En este sentido, el sistema político tiene una mega-finalidad y es la de regular y controlar la totalidad de la vida en sociedad a través de la asignación autoritaria de valores, esto es, la de regular y controlar normativa e ideológicamente todas las relaciones sociales, incluyendo las que genera el fenómeno del poder político y las que se producen con la naturaleza física y biológica.

Al respecto dice BOULDING que el sistema político está constituido por las relaciones que una sociedad busca regular mediante el ejercicio del poder público. “Toda actividad política está dirigida a la regulación de algún conjunto de relaciones en marcha, ya sea internas al sistema y controladas por el regulador o externas, entre el sistema y otros sistemas”.

En este mismo sentido VICKENS señala que el contenido de nuestros sistemas políticos está dado por la suma de relaciones que aspiramos controlar, las cuales han crecido en volumen, y seguirán creciendo, de tal manera que los estándares a obtener han aumentado y seguirán haciéndolo.

“La acción necesaria para obtener y mantener esos estándares, requiere un mayor número de operaciones masivas, apoyadas por un mayor consenso sobre periodos mas extensos de tiempo que en el pasado”.

La manera cómo el sistema político logra cumplir su mega-finalidad (reguladora y controladora), tiene que ver con la forma como proporciona salidas que satisfagan las demandas de toda la sociedad. Estas salidas no se reducen a una actividad puramente normativa del sistema para regular y controlar las demandas societales (jurídica e ideológica-valorativa), sino también a la asignación autoritaria de recursos de diversa naturaleza: económicos, financieros, físicos, represivos, persuasivos, etc., a través de los cuales satisface esas demandas y se legitima.

7.4. AMBIENTES DEL SISTEMA POLÍTICO.

Todos los sistemas conformados por organismos vivos (biológicos o sociales) tienen límites y actúan dentro de un medio determinado. En sistemas abiertos como el político, la definición de los límites del sistema determina las relaciones de dependencia entre unos y otros.
La vida política conforma un sistema de conducta incorporado a un ambiente a cuyas influencias está expuesto el sistema político mismo, que a su turno reacciona frente a ellas. Al respecto considera EASTON que: “Si se lograra aislar analíticamente la vida política como sistema, sería inútil interpretarlo como existente en el vacío. Es preciso verlo rodeado de ambientes físicos, biológicos, sociales y psicológicos (...), los cuales confirman que la vida política forma un sistema abierto y por tanto expuesto a influencias procedentes de los demás sistemas a los que está incorporado. De ello fluye una corriente constante de acontecimientos e influencias que conforman las condiciones en que han de actuar los miembros del sistema”.

EASTON atribuye el hecho de que algunos sistemas políticos sobrevivan a los golpes recibidos de sus ambientes, a la capacidad que tengan de responder a las perturbaciones (influencias) y, en consecuencia, de adaptarse a las circunstancias en que se hallan. “Los Sistemas Políticos poseen una gran cantidad de mecanismos mediante los cuales pueden tratar de enfrentarse con sus ambientes. Gracias a ellos son capaces de regular su propia conducta, transformar su estructura interna y hasta llegar a remodelar sus metas fundamentales. Pocos sistemas, aparte de los sociales, gozan de esta posibilidad”.
Para ello, todos los sistemas se caracterizan por su capacidad de adoptar una amplia serie de acciones positivas, constructivas e innovadoras,“para desviar o absorber cualquier fuerza de desplazamiento del equilibrio, como sería hacerle frente a la perturbación tratando de modificar su ambiente, de modo que los intercambios con él ya no provoquen tirantez; o tratar de aislarse contra cualquier otra influencia del ambiente; o bien puede incluso transformar fundamentalmente sus propias relaciones y modificar sus propias metas y prácticas de modo que mejoren sus perspectivas de manejar los inputs del ambiente”.

Los sistemas políticos se encuentran rodeados de dos tipos de ambientes, con los cuales interactúan de manera permanente: el ambiente intra-societal y el extra-societal.

7.4.1. El ambiente intra-societal.

El ambiente intra-societal está conformado por todos aquellos sistemas que pertenecen a la misma sociedad a la que pertenece el sistema político (sociedad nacional), pero que no son sistemas políticos por no llevar aparejada la asignación autoritaria de valores. Tales serían los sistemas familiar, religioso, económico, cultural, ecológico, científico-técnico, etc. Estos sistemas hacen parte del ambiente interno o intra-societal del sistema político nacional, con los cuales éste se encuentra en permanente y perpetua interrelación.

EASTON considera que el ambiente intra-societal lo conforma una serie de conductas, actitudes e ideas tales como la economía, la cultura, la estructura social y las personalidades individuales, las cuales son segmentos funcionales de la sociedad, uno de cuyos componentes es el propio sistema político. Es evidente, por ejemplo, la permanente interacción que existe entre el sistema económico y el sistema político de un país; o entre éste y los sistemas ecológico, físico, biológico, familiar, cultural, escolar o científico-tecnológico. Si bien la principal finalidad del sistema político es regular y controlar las diferentes actuaciones o manifestaciones de los elementos o miembros de tales sistemas, éstos a su vez influyen o perturban el funcionamiento de aquél, generándole muchas veces tensión y desestabilización. De allí que se concluya que los cambios que se producen fuera del ambiente político, pero dentro de la misma sociedad, necesariamente repercuten en el sistema político.

7.4.2. El ambiente extra-societal.

El ambiente extra-societal comprende todos los sistemas que están fuera de la sociedad dada. Son componentes funcionales de la llamada sociedad internacional, supra-sistema del que forma parte toda sociedad individual. Los sistemas políticos internacionales (Naciones Unidas, OEA, Unión Europea, OTAN, banca multilateral, ONGs internacionales de Derechos Humanos, etc.); los sistemas ecológicos internacionales (antártica, espacio ultraterrestre, océanos, clima, movimientos ambientalistas, etc.) y los sistemas sociales internacionales (capitalistas, socialistas, teocráticos, demográficos, etc.,) hacen parte del ambiente extra-societal. Igual que los sistemas ambientales intra-societales, los extra-societales generan perturbaciones e intercambios con los sistemas políticos nacionales que deben ser regulados y controlados por éstos.

7.5. LA VIDA POLÍTICA COMO SISTEMA ABIERTO Y ADAPTABLE.

El sistema político conforma un particular tipo de vida social que EASTON denomina “vida política”. Esta es definida como una serie compleja de procesos mediante los cuales ciertos tipos de insumos (inputs) se convierten en tipos de productos (outputs) que podemos denominar POLÍTICAS AUTORITARIAS o PUBLICAS, decisiones y acciones ejecutivas. En este sentido, el sistema político es un sistema de conducta incorporado a un ambiente a cuyas influencias está expuesto permanentemente, el cual se caracteriza por ser adaptativo, autorregulador y auto-transformador.

7.5.1. Variables esenciales de la Vida Política.
EASTON considera que los sistemas políticos para que puedan ser persistentes deben cumplir exitosamente dos funciones básicas:
1) Asignar valores para una sociedad; y

2) Lograr que la mayoría de sus miembros acepten esas asignaciones como obligatorias, al menos la mayor parte del tiempo (legitimidad).

Esas dos funciones constituyen las variables esenciales de la vida política de una sociedad. En el sistema político colombiano, por ejemplo, la primera variable se encuentra presente en el título primero de la Constitución Política (Principios Fundamentales) en el cual se asignan algunos valores que deben regular la vida política de la sociedad colombiana, referidos a la democracia, el respeto de la dignidad humana, al trabajo, la solidaridad, la prevalencia del interés general, el respeto y subordinación a la ley (principio de legalidad), entre otros.

7.5.2. Persistencia del Sistema Político.
El concepto sistémico de persistencia, hace referencia al mantenimiento, por parte de un sistema político, de las variables esenciales que funcionan dentro de un margen crítico. Un sistema político es persistente en la medida que sea capaz de mantener funcionando sus variables esenciales dentro de un margen crítico.

7.5.3. Perturbaciones y Tensiones del Sistema Político.
Los sistemas políticos, por ser sistemas abiertos, se encuentran expuestos permanentemente a las influencias que ejercen los demás sistemas intra y extra-societales que conforman su medio. Estas influencias, llamadas perturbaciones, actúan sobre éste y lo modifican, produciendo muchas veces tensión (o tensiones) en el sistema.

Sin embargo, no todas las perturbaciones crean tensiones en el sistema; EASTON considera que existen algunas que son favorables a la persistencia del sistema y otras por completo neutrales en esa materia. Pero en muchos casos es previsible a aumentar la tensión. “Podemos decir que se produce tensión cuando existe peligro de que (las variables esenciales) sean impulsadas mas allá de lo que cabe denominar su margen crítico. Esto significa que algo puede estar ocurriendo en el ambiente: el sistema sufre una derrota total a manos de un enemigo; o bien una grave crisis económica provoca una vasta desorganización y gran descontento. Supongamos que, como consecuencia de ello, las autoridades se muestran incapaces de tomar decisiones, o bien las decisiones que adoptan no son aceptadas regularmente como obligatorias. En estas circunstancias ya no resulta posible la asignación autoritaria de valores, y la sociedad se hunde por carecer de un sistema de conducta que le permita desempeñar una de sus funciones vitales. En este caso no podemos menos que aceptar la interpretación de que el sistema político está sometido a una tensión tan grave que todas las posibilidades de persistencia de un sistema para esa sociedad desaparecen”.

No obstante, la frecuencia de interrupción de un sistema político generada por perturbaciones del medio no es tan completa, por muy grande que sea la tensión al que se encuentre sometido. Para EASTON, suele suceder que aunque exista mucha tensión, el sistema político siga persistiendo. “Por grave que sea la crisis, las autoridades pueden tomar quizá ciertas decisiones y lograr que sean aceptadas al menos con una frecuencia mínima, de modo que sea posible abordar algunos de los problemas sujetos de ordinario a arreglos políticos (...) En conclusión, como hemos visto, todo Sistema Político tiene capacidad de hacer frente a la tensión ejercida sobre sus variables esenciales, aunque no siempre lo logra: puede desmoronarse, precisamente, por no adoptar las medidas apropiadas para manejar la tensión inminente. Pero lo primordial es su capacidad de responder a la tensión. La clase de respuesta realmente adoptada (si se produce alguna) servirá para evaluar la probabilidad de que el sistema sea capaz de alejar el peligro”.

7.5.4. Variables de enlace entre el Sistema Político y otros Sistemas
Se ha dicho que el sistema político recibe toda clase de influencias o perturbaciones de otros sistemas intra y extra-societales, los cuales conforman su ambiente total. Estas perturbaciones pueden o no generarle tensión al sistema. Pero a la vez, los sistemas políticos, debido a su finalidad reguladora y controladora de la conducta social, también producen muchas perturbaciones a los demás sistemas societales, logrando generalmente modificarlos o, por lo menos, mantenerlos dentro un margen crítico.

EASTON describe y explica la manera cómo se comunican a un sistema político las posibles condiciones de tensión del ambiente, mediante el empleo de los conceptos de inputs (entradas) y outputs (salidas), propios de la Informática como ciencia derivada de la Teoría General de Sistemas. Estos inputs y outputs que generan los sistemas y a través de los cuales se interrelacionan, producen intercambios o transacciones que son capaces de atravesar los límites del sistema político.

7.5.5. Intercambios y Transacciones del Sistema Político.
Se denomina intercambio la reciprocidad de las relaciones del sistema político y de los demás sistemas del ambiente. Por ejemplo, es posible que en determinado momento el sistema económico demande del sistema político la expedición de medidas de regulación y control a un fenómeno o acontecimiento especulativo que esté generando o ponga en peligro de generar altos índices de inflación, lo cual afecta el equilibrio macroeconómico del mercado. Una vez ingresada esta demanda al sistema político, éste la procesa y expide medidas reguladoras y controladoras anti-inflacionarias, con lo cual se logra estabilizar el mercado (sistema económico) y a la vez cumplir con la meta fijada por la política económica del gobierno (sistema político). En este caso, ambos sistemas han intercambiado actuaciones, recursos y productos y se han beneficiado mutuamente de dicho intercambio.

Por otra parte, se denominan transacciones los efectos que producen las entradas (o inputs) de un sistema a otro (ya sea desde un sistema ambiental político, o al revés), sin importar la conducta reactiva que genere.

Para EASTON, es necesario identificar los intercambios del sistema político con los demás sistemas, a fin de reducir su inmensa diversidad a proporciones teórica y empíricamente manejables.

7.6. INSUMOS DEL SISTEMA POLÍTICO

Se denomina “inputs” o “insumo” todos aquellos acontecimientos externos al sistema político que lo alteren, modifiquen o afecten de alguna manera. Los insumos o inputs más importantes son de dos clases: demandas y apoyos. Las fluctuaciones de estos dos tipos de inputs, determinan los efectos que trasmiten los sistemas ambientales al sistema político. Los inputs o insumos constituyen los componentes de ingreso (entradas) en el sistema, los cuales se van transformando hasta convertirse en productos (outputs o salidas).

7.6.1. Demandas intra y extra-societales
El sistema político, por su naturaleza abierta y finalística, recibe de manera permanente un inmenso cúmulo de influencias o exigencias (acontecimientos o perturbaciones) tanto de su propio medio sistémico, como de los demás ambientes intra y extra-societales, de cuya resolución depende su estabilidad y permanencia. Estos acontecimientos que perturban, alteran, modifican o afectan de alguna manera al sistema político, reciben el nombre de demandas.

7.6.1.1. Definición de “Demandas”. Las demandas son proposiciones articuladas que se formulan a las autoridades para que se lleve a cabo alguna clase de asignación autoritaria. Por ejemplo, las exigencias que formulan anualmente los trabajadores de un país para que el Gobierno defina el monto del salario mínimo por encima del índice de la inflación registrado en el año inmediatamente anterior, constituye una demanda (laboral) que proviene del sistema económico y entra como un insumo al sistema político (a través de alguna instancia del sistema de gobierno) para que ésta la procese (tramite) y regule (resuelva) a través de una decisión política (asignación autoritaria). Igual acontece con las recurrentes exigencias (demandas) ciudadanas al Estado para que se solucionen problemas que tienen que ver con la prestación de los servicios públicos fundamentales como la educación, la salud, la justicia, la seguridad, el agua potable, el aseo público, el alumbrado público, etc.

Las autoridades de un sistema político deben estar en capacidad de satisfacer en cierta proporción las demandas que formulan los miembros de una sociedad. El no hacerlo, genera descontento social y tensión política al sistema, que pone en peligro su legitimidad y persistencia.

7.6.1.2. Canales de Entrada. Las demandas constituyen los principales insumos de un sistema político y, por tanto, uno de los elementos esenciales para que se produzcan los múltiples intercambios y transacciones que éste realiza con los demás sistemas ambientales. Es por eso indispensable que todo sistema político nacional o internacional cuente con suficientes y eficientes “canales de entrada” de las demandas a sus “aparatos” o instancias reguladoras, controladoras y resolutivas.

Los sistemas políticos contemporáneos cuentan con múltiples canales de “recepción” o ingreso de demandas societales, los cuales, en nuestro concepto, podemos clasificarlos de la siguiente manera:
a) Canales gubernamentales: son los que la Constitución Política y las leyes de un país crean y regulan al interior del sistema de gobierno para que los ciudadanos o la comunidad en general mantengan una permanente y fluida comunicación con las autoridades del Estado a fin de que les sean escuchadas y resueltas sus demandas. En el sistema político colombiano, el derecho de petición en interés general o particular, el derecho de petición de informaciones, la acción de tutela, la acción de cumplimiento, las acciones populares y las colectivas, las acciones judiciales ante los organismos de justicia, la denuncia pública ante los organismos de control y vigilancia gubernamental, etc., son algunos de los mecanismos (o canales) a través de los cuales los ciudadanos demandan de las autoridades diversas decisiones relacionadas con sus derechos individuales o colectivos o con el cumplimiento de las finalidades propias del Estado.

Los canales gubernamentales generalmente se encuentran reglamentados en sus aspectos procedimentales (formalismos y trámites) y estructurales (instancias receptoras). Todos los sistemas de gobierno de los sistemas políticos cuentan con oficinas o dependencias burocráticas con funciones relacionadas con la detección de demandas latentes y manifiestas provenientes de sus ambientes societales (oficinas de planeación, estadísticas, comunicaciones, quejas y reclamos, etc.), que reciben, procesan, almacenan y/o suministran las peticiones o demandas no solamente de los ciudadanos y demás miembros de la población del país, incluidas sus organizaciones, sino también de los miembros de la comunidad internacional (sistemas extra-societales). Igualmente los gobiernos cuentan con mecanismos a través de los cuales recogen estas demandas (audiencias públicas, consejos comunales de gobierno, consejos de concertación con gremios y organizaciones ciudadanas, comités inter-gremiales, mesas de trabajo, etc.).

Asimismo, todos los sistemas políticos vigilan y controlan los distintos comportamientos “perturbadores” provenientes de sus sistemas ambientales humanos (sociales) y no humanos (físicos y ecológicos), a través de organismos del gobierno que tienen la función de hacer permanentemente el seguimiento y el monitoreo a los hechos y fenómenos naturales y sociales mas relevantes (económicos, culturales, etc.) a fin de prevenirlos, neutralizarlos, desarticularlos, disolverlos o, en general, minimizar su impacto en el sistema y en la sociedad total. En Colombia, por ejemplo, el IDEAM, las oficinas de prevención y atención de desastres, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), las distintas agencias de inteligencia para la seguridad nacional (DAS, DIJIN, SIJIN), etc., cumplen estas funciones.
b) Canales no gubernamentales. Son los que no hacen parte de la estructura político-jurídico-administrativa del Estado (Poder Público), pero que son creados de hecho o legalmente y operan en el sistema político de manera formal o informal, los que generalmente gozan de reconocimiento y aceptación por parte de las autoridades públicas. Los distintos medios de comunicación (prensa, radio, televisión, Internet, etc.); los partidos y movimientos políticos, los grupos de interés o de presión (gremios de la producción, sindicatos, movimientos sociales, etc.) y las distintas organizaciones cívicas de la llamada “sociedad civil” (ONGs, juntas de acción comunal, comités cívicos, escolares, religiosos, familiares, etc.), son canales no gubernamentales a través de los cuales se recepcionan, sistematizan, interpretan y presentan las “inquietudes” o demandas comunitarias y las convierten en propuestas programáticas que a su vez son presentadas a las autoridades estatales para que éstas produzcan respuestas autoritarias y resolutivas. Gracias a estos canales no gubernamentales, los sistemas políticos ingresan a sus instancias reguladoras y decisorias, gran parte de las demandas provenientes de sus ambientes intra y extra-societales, lo que les permiten controlar las variables perturbadoras y generadoras de inestabilidad a través de asignaciones autoritarias que muchas veces convierten en apoyos legitimadores.


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1 comentario:

  1. ¡Muchas gracias! su articulo me ha servido de mucha utilidad, le envió un cordial agradecimiento y un abrazo desde la Ciudad de México

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